Debido a que ambos pueden tener un aspecto similar, algunas personas pueden confundir la menstruación con el sangrado o el manchado de implantación. La mayor parte de las veces, este ligero sangrado no necesita atención médica, pero algunos casos de sangrado sí. Aquí, nuestro ginecólogo explica las causas más comunes.
El sangrado de implantación es un leve sangrado que se produce entre 10 y 14 días después de la concepción. Este leve sangrado es común, 3 de cada 10 mujeres lo experimentan y, en principio, no implica que haya ningún riesgo en el embarazo. Durante la implantación, la adhesión del embrión a la pared uterina puede provocar un ligero sangrado.
Uno de los primeros signos de embarazo que pueden identificarse es el llamado sangrado de implantación.
La identificación de este sangrado es posible gracias a una serie de signos y síntomas reveladores, entre los que se encuentran los siguientes:
Es posible que una persona experimente otros síntomas relacionados con el embarazo además de la implantación.
Es normal experimentar un ligero sangrado en varias etapas del embarazo. Hay muchos desencadenantes potenciales para esta condición, incluyendo la irritación provocada por una infección vaginal, el sexo o incluso un examen de rutina. Cualquier sangrado, por mínimo que sea, debe ser comunicado a un profesional médico para su evaluación y tratamiento. Aunque el sangrado no dure mucho, es mejor prevenir que curar.
Si experimenta un sangrado más abundante, pida cita con nuestro ginecólogo en Puerto Banús.