El dolor de oído es bastante frecuente, sobre todo en los niños, y puede tener diversas causas, algunas de las cuales no están relacionadas directamente con los oídos. En este artículo, nuestro médico de cabecera le explica como distinguir el dolor de oído de la infección de oído, y cuándo se considera motivo para llamar al médico de cabecera.
Las infecciones de oído son la causa más común de dolor de oído. Se presenta con frecuencia en niños, y es también la razón más común por la que los padres llevan a sus hijos al pediatra. De hecho, para cuando alcanzan los tres años de edad, al menos la mitad de los niños ya han sufrido una infección de oído.
Una infección de oído se produce cuando el líquido de la zona situada debajo del tímpano en el conducto auditivo se infecta, en la mayoría de los casos por bacterias. Se forma una obstrucción en el conducto que desemboca en el cuerpo, lo que provoca la acumulación de líquido detrás del tímpano. La presión elevada hace que el tímpano sea empujado hacia fuera, lo que provoca dolor y calor.
Según nuestro médico de cabecera, una infección de oído suele aparecer tras un dolor de garganta, un resfriado u otra dolencia que afecte al sistema respiratorio superior. Algunos de los síntomas son pérdida de audición, fiebre y sensación general de malestar.
La mayoría de los niños contraen infecciones de oído antes de poder comunicarse verbalmente. Estos son algunos de los síntomas que los padres deberían tener en cuenta si sospechan que su hijo tiene una infección de oído:
El dolor de oídos no es siempre consecuencia de una infección. El dolor de oído también puede deberse a otras causas, sobre todo en adultos.
Sentir presión en el oído es muy común en un dolor de oído. Puede comenzar de forma repentina o gradual y puede ser bastante intenso.
Otras causas de dolor de oído, además de la infección del oído interno, son:
Son muchas las personas que se preguntan si la acumulación de cerumen provoca dolor de oído. Normalmente, el conducto auditivo no requiere limpieza. Sin embargo, la cera del oído a veces puede acumularse, se impacta, y causa síntomas. Por lo general, estos síntomas incluyen una sensación de plenitud o un sonido apagado como si estuviera usando tapones para los oídos.
El oído puede sentirse presionado cuando hay demasiada cera bloqueándolo, pero normalmente esto no duele.
Los antibióticos no siempre son necesarios para el tratamiento de las infecciones de oído. Si los síntomas empeoran o no mejoran después de 48 a 72 horas, el médico puede controlar y comenzar un tratamiento con antibióticos.
En caso de que su hijo tenga infecciones de oído frecuentes o dificultades auditivas, nuestro médico de cabecera puede derivarle a un otorrinolaringólogo.
Llame a nuestro médico de cabecera lo antes posible si experimenta dolor severo, fiebre alta o pérdida de la audición.