Si tiene alergia al moho, la mejor manera de protegerse es limitando su exposición. La medicación para la alergia al moho puede ser necesaria en ciertos casos para ayudarle a mantener el control sobre sus síntomas. Aquí le explicamos cómo controlar las alergias al moho y cuándo llamar a nuestro médico de cabecera.
Mantenga un entorno limpio
El moho puede crecer en ambientes cálidos y húmedos como los baños y las cocinas. Una superficie limpia no es un hábitat de cría, pero las superficies con restos de jabón o aceite sí lo son. El uso de un extractor de aire o ventilar a diario ayudará a reducir los niveles de humedad. Vigile el moho en la cocina, especialmente en las bandejas de goteo del frigorífico, las juntas de las puertas y los cubos de basura.
Elimine el moho lo antes posible
Identificar y limpiar el moho en una superficie dura de su casa, como una ventana, un plástico o una baldosa, es sencillo. Utilice una solución de lejía mezclada con agua y jabón, o un producto comercial. Sin embargo, en este caso no bastará con limpiarlo. Debe identificar la causa del problema para evitar que se repita. Si tiene moho en una pared de yeso, es conveniente que busque la ayuda de un experto.
Elimine la humedad del aire
Haga que su casa sea menos propensa al moho. El objetivo es mantener la cantidad de humedad en el aire bajo control. Los deshumidificadores y los acondicionadores de aire son de gran ayuda. El nivel de humedad debe ser inferior al 60%. Mejor aún es un porcentaje entre el 35% y el 50%. Se puede comprar un medidor de humedad de bajo coste en una ferretería para comprobar la humedad de la casa.
Filtre el aire que se respira
Un filtro de partículas de aire de alta eficiencia acoplado a su unidad de aire acondicionado atrapará las esporas de moho del exterior e impedirá que entren en su casa. Limpiar las bandejas de goteo y los conductos de desagüe del aire acondicionado también es vital para garantizar que no se forme moho en ellos. Compruebe también que los conductos de ventilación de la secadora están libres de obstrucciones.
Eche un vistazo a su sótano
Un sótano húmedo puede convertirse en un entorno con moho. Si aumenta la temperatura o utiliza un deshumidificador, puede reducir la humedad del aire. Busque materiales para el suelo, como el linóleo o el hormigón, que no retengan la humedad. Asimismo, fíjese en lo que guarda en el sótano: el moho puede desarrollarse en diversas superficies, como papeles viejos, ropa de cama y prendas de vestir. Guarde todo en recipientes herméticos y estancos para evitar que el moho se instale.
Examine su entorno
Haga todo lo posible por mantener secos los cimientos de su casa. Retire cualquier hoja muerta que se haya acumulado alrededor de los cimientos de su propiedad. También puede retirar los arbustos y plantas más grandes que hayan crecido en esa zona. Asegúrese de que las precipitaciones drenan fuera de su casa lo más rápido posible. Estas precauciones son especialmente cruciales si vive en una zona oscura, ya que la falta de luz solar hace más difícil que el agua se seque.
Cuándo pedir ayuda a nuestro médico de cabecera
Si experimenta síntomas persistentes de resfriado o gripe, puede ser necesario llamar a nuestro médico de cabecera. Incluso si no es consciente de que el moho puede ser el origen de sus problemas, un médico puede ser capaz de descubrir la conexión entre sus síntomas y el CIRS.
Sin embargo, dependiendo de la gravedad de sus alergias, nuestro médico de cabecera puede recomendarle que acuda a un especialista especializado en el tratamiento de las alergias para que las trate.