Un buen cuidado de la piel y elegir un estilo de vida saludable pueden ayudarle a retrasar el envejecimiento natural y prevenir diversos problemas de la piel. Comience con estos tres consejos
Es un consejo que muchos saben pero que pocos se toman en serio. Un exceso en la exposición al sol puede empeorar o acentuar los problemas de piel como el ezcema o la rosácea, afección que se caracteriza por la aparición intermitente de enrojecimiento o inflamación de la piel.
Las mejores medidas preventivas consisten en la moderación y la protección. Hay que evitar una excesiva exposición a los rayos del sol, así como usar un protector solar con un Factor de Protección Solar (normalmente denominado SPF) de 15 o superior.
Su cuerpo pierde agua a lo largo del día. Por ello, necesita al menos reponer la que pierde, para lo que ha de beber entre dos y tres litros al día. El agua ayuda a que el cuerpo funcione lo mejor posible (no en vano, dos tercios de nuestro organismo son agua) y hace que su piel tenga una apariencia más tersa y fresca.
Hidratar su piel diariamente le ayudará a mantenerla tersa al incrementar los niveles de humedad. La piel muestra distintas necesidades según la edad y el tipo de piel, por ello, si no está seguro de qué es lo que más le conviene, es recomendable que consulte a nuestro dermatólogo.
Una piel limpia es la mejor manera de prevenir infecciones y olores corporales. La mayoría de los jabones, limpiadores faciales, geles de ducha y productos de este tipo han sido probados previamente para garantizar que no provocarán irritaciones o reacciones alérgicas, de ahí que el tipo de productos que escojas sólo deberá responder a preferencias personales.
Recuerde que los excesos de limpieza pueden provocar una pérdida excesiva de grasa en las capas más externas de la piel y producir dermatitis, o bien, acentuar la sequedad de la piel.
Para más información sobre consejos para el cuidado de la piel, por favor, consulte a nuestro dermatólogo.