Una lectura estándar de la presión arterial tiene dos números. La cifra superior es la presión arterial sistólica, o lo fuerte que late el corazón. El número inferior es la presión arterial diastólica, que se refiere a la presión de la sangre en la arteria cuando el corazón se relaja entre latidos. ¿Pero cómo puede saber si la suya es demasiado alta? Conozca los signos y síntomas de la presión arterial alta y cuándo debe llamar a nuestro médico de cabecera.
¿Qué es la hipertensión arterial?
La hipertensión arterial se caracteriza por tener una presión arterial de 130/80 milímetros de mercurio o más (mm Hg). Si no se trata, la hipertensión puede provocar problemas médicos como enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Cómo detectar la hipertensión
Muchas personas tienen la tensión arterial alta pero no son conscientes de ello. Por ello, los profesionales médicos se refieren a la hipertensión como una "dolencia silenciosa". Tomarse la tensión arterial con regularidad es el único método para determinar si se padece hipertensión. Esto puede hacerse en casa o durante una visita a la consulta del médico, según su preferencia.
Aunque no son causados directamente por los niveles de presión arterial alta, hay algunos síntomas que pueden surgir como consecuencia de tener niveles de presión arterial alta:
Manchas de sangre en los ojos
Las personas que sufren de presión arterial alta o diabetes son más propensas que otras a tener manchas rojas en los ojos. En cambio, la diabetes y la presión arterial excesiva no producen manchas de sangre. Un oftalmólogo es la persona más indicada para evaluar si la hipertensión no tratada está causando daños en el nervio óptico, lo que da lugar a manchas de sangre en los ojos.
Enrojecimiento facial
Diversas causas internas y ambientales, como las comidas picantes, las bebidas calientes, el viento, el estrés, las fluctuaciones hormonales y los tratamientos para el cuidado de la piel, pueden inducir el enrojecimiento de la cara. Es posible que la cara se ruborice cuando la presión arterial es más alta de lo habitual, pero la hipertensión no es la causa del rubor facial.
Mareos
Los primeros síntomas de advertencia de un ictus son los mareos, la pérdida de equilibrio y la dificultad para caminar, que se producen de forma repentina. Dado que la hipertensión arterial es el factor de riesgo más importante del ictus, es probable que la hipertensión y los mareos estén relacionados. Algunos medicamentos para la presión arterial también pueden provocar mareos, que son un efecto adverso frecuente.
Cuándo llamar a nuestro médico de cabecera
La gran mayoría de las personas que sufren de hipertensión no presentan ningún síntoma. En caso de que se le haya diagnosticado hipertensión, debe seguir visitando a su médico, especialmente si no puede controlar su presión arterial con la medicación recetada o con las modificaciones de estilo de vida sugeridas.
Está experimentando una crisis hipertensiva
Debe llamar a nuestro médico de cabecera si tiene una crisis hipertensiva, que es un episodio de presión arterial alta que está relacionado con la hipertensión. Hay dos tipos de crisis hipertensivas:
Emergencia hipertensiva
Una emergencia hipertensiva es una urgencia médica que se produce cuando su presión arterial es de 180/120 mm Hg o superior mientras presenta signos de daño a órganos diana. Si le ocurre, póngase en contacto con el personal médico de urgencias inmediatamente.
Entre los signos y síntomas de daño a órganos diana se encuentran:
- Dificultad para respirar
- Dolor en el pecho
- Dolor de espalda
- Entumecimiento/debilidad
- Dificultad para hablar
- Cambio de visión
Urgencia hipertensiva
Cuando su presión arterial se eleva a 180/120 mm Hg o más, pero no siente ninguno de los síntomas mencionados anteriormente, se dice que padece de una urgencia hipertensiva. Debe esperar cinco minutos antes de tomarse la tensión por segunda vez. Si es la misma que antes, llame a nuestro médico de cabecera. Es posible que nuestro médico quiera modificar sus medicamentos. En general, no es necesaria la hospitalización en caso de urgencia hipertensiva.