Las dificultades respiratorias pueden ser signo de varias enfermedades, que pueden ser moderadas o graves dependiendo de la enfermedad. A lo largo de este artículo examinamos las razones por las que uno puede tener dificultades al respirar y explicamos cuándo llamar a nuestro médico de cabecera.
En la mayoría de los casos, la dificultad para respirar se atribuye a enfermedades del corazón o de los pulmones. El corazón y los pulmones participan en el transporte de oxígeno hacia los tejidos y en la eliminación de dióxido de carbono, y los problemas relacionados con cualquiera de estos dos procedimientos afectan la respiración.
Las siguientes son algunas de las razones más comunes de la sensación de falta de aire:
Otros factores que pueden contribuir a la sensación de falta de aire de forma inesperada son
Experimentar falta de aliento durante un periodo de tiempo prolongado puede ser causado por una variedad de factores, como:
Si sus problemas respiratorios son el resultado de un resfriado o una infección de pecho, también puede tener síntomas como tos, fiebre, ronquera, estornudos, congestión o congestión nasal.
Si la enfermedad está relacionada con el corazón, puede tener molestias en el pecho, mareos y náuseas. Si se le ha diagnosticado angina de pecho, debe seguir las indicaciones de su medicamento.
Si tiene EPOC o asma, también puede tener mucha flema en los pulmones, un sonido sibilante al respirar y sus síntomas pueden aumentar cuando hace ejercicio o duerme.
Si está sufriendo un ataque de pánico, también puede experimentar latidos rápidos del corazón, sudoración y escalofríos, náuseas, mareos y una sensación de fatalidad o peligro inminente.
Si usted u otra persona tiene problemas al respirar que le hacen sentir que se va a desmayar, o si esta dificultad para respirar ocurre junto con otros signos que indiquen un ataque al corazón, llame inmediatamente a nuestro médico de cabecera.
A menos que se indique lo contrario, una persona que experimenta una falta de aliento inexplicable u otros problemas respiratorios debe consultar con nuestro médico de cabecera para descubrir el origen del problema.